Ciudad de hielo
Cómo no dar crédito a lo que atestiguan mis ojos. La ira de Dios ha desafiado a la arrogancia. La ciudad se hunde bajo una gruesa capa de hielo. Habrá otros días para escapar del frío; pero hoy, sencillamente debemos guardar silencio y aceptar la inclemencia. Al fin y al cabo, presenciamos un espectáculo hermoso que tardará muchos años en repetirse. La ciudad del granizo.
Pronto se derretirá el hielo que cubre mi cabeza.
1 comentario:
siguiendo tus pasos...corazón.
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