Colisión premeditada
Ahora que sé que el choque es inevitable, acelero desaforadamente, para tomar todas las consecuencias de frente y sin cobardía. Cuando salga del oscuro letargo (efecto inmediato del impacto) verán mis pasos firmes y sensatos, porque ese mismo día habré dejado de creer ciegamente en la casualidad. Porque soy vulnerable y susceptible a la mala suerte; y como cualquiera, puedo y debo morir. Lo que creímos magia fue solamente una secuencia de hechos inestables.
A veces es mejor andar sin corazón que con el corazón destrozado.