El final de los tiempos
El día después del final de los tiempos, podremos tomarnos un minuto para discutir las causas y los efectos. Hablarás tú y hablaré yo; sin señales de dolor ni de resentimiento. Porque ese día seremos solamente un recuerdo mutuo que se recompone, y tendremos indicios de lo que habríamos poder sido. No será tiempo para remordimientos ni disculpas, pues serán reveladas todas las certezas.
Alguno de los dos tendrá que partir primero.