martes, 30 de octubre de 2007

El final de los tiempos

El día después del final de los tiempos, podremos tomarnos un minuto para discutir las causas y los efectos. Hablarás tú y hablaré yo; sin señales de dolor ni de resentimiento. Porque ese día seremos solamente un recuerdo mutuo que se recompone, y tendremos indicios de lo que habríamos poder sido. No será tiempo para remordimientos ni disculpas, pues serán reveladas todas las certezas.

Alguno de los dos tendrá que partir primero.

domingo, 28 de octubre de 2007

Derechos reservados

Un acorde que se repite incesantemente y un sentimiento que se recoge entre la multitud. Las lágrimas simulan la euforia del momento. Así lo sentí alguna vez, y sé que lo sentiré de nuevo. Por siempre bienvenidos.

Y eso pasó...

martes, 16 de octubre de 2007

Reino de los Suelos

Facultad de actuar con imprudencia en el momento en el que es debido. Momento de salvación. Gritos desaforados de histeria que transpasan los misterios del cuerpo. Raíces crecen sobre el asfalto de alguna de las ciudades invisibles. Señales disonantes que colapsan y se anulan. Ánima de las pasiones. Nada existe en el Cielo que no haya estado en la Tierra. Una idea se convierte en otra.

La realidad es una imagen de setenta y dos puntos por pulgada.

lunes, 15 de octubre de 2007

Remolinos

Florecer. Retroceder y llegar al punto de partida. Como una visión retrospectiva; ser el mismo que siempre fui, quien jamás he podido dejar de ser. Morir para tener que renacer, en el mismo ritual doloroso, que se repite incesantemente. Volar con el suelo a tras de mí; siguiéndome, rastreándome. Cantar versos inexpresables y vivir por un sueño inalcanzable. Sentir. Sentir que me abandono por momentos; creer que parto y no regreso. Entender que no existen giros sino una extensa gama de ramificaciones que se sobreponen. Entender la vida, cuando se está muerto. Poesía es llegar al final del precipicio; desangrarse en versos inconclusos y perderse en historias sin final.

No existe frase ni palabra que no vaya a tener que repetirse.

sábado, 13 de octubre de 2007

El atroz equívoco

Sientes mi voz en las oscuras noches en las que me conoces sin alma. Intento descubrir la fuente de tus aflicciones, pero debo admitirlo; esta noche te siento lejos, muy lejos. Y no quiero sumergirme en tu mar de melancolía, porque otras aguas recorren mi cuerpo. Ya no soy tu ruta de escape, sino el muro de tus lamentos... Quejidos y gemidos silenciosos que desvían mi atención. Me pregunto si compartir el dolor conmigo sería un acto de valor o de confianza. Tu tristeza es mi ira, y nos encontramos de frente; en un fatal accidente...

Amigo es quien nos despierta con una bofetada para salvarnos de la muerte.

viernes, 12 de octubre de 2007

Undo

De momento, siento que quisiera retroceder y deshacer unas cuantas de mis acciones; hasta llegar al día de mi nacimiento, para descubrir que no existía nada que hubiese podido evitar, pues recuerdo desde siempre haber sentido la vida escapar de mis manos y depender de acciones de terceros y por supuesto, del odioso parecer del destino. El misterio de la vida se esconde tras el cuerpo de una mujer. No existe regreso.

Mis pies están mojados.

jueves, 11 de octubre de 2007

Concebido para volar

Siete días a la semana, y un día que vale por los siete. El sueño es un mal innecesario y un placer de torpes. Sé que cientos de miles de oportunidades han pasado frente a mí mientras dormía; mientras dormías (porque tú dormías también). Y ahora, libre de toda señal de descanso inicio una maratón irremediable. El fin último será caer al pavimento. Cuando allí me encuentre, miraré hacia el cielo y contemplaré mi mundo; el que soñé y al que nunca pude regresar. En algún punto del camino perdí mis alas, y probable es que alguien las hubiese encontrado. Esa persona sobrevolará mi cuerpo cuando no tenga ojos para verla.

Fui concebido para volar, pero en algún momento perdí el control.

viernes, 5 de octubre de 2007

Estática realidad

Existe en el aire una sospechosa tendencia hacia el tedio. Podría atribuirse al penoso hecho de que hemos decidido aceptar nuestra estática realidad en línea. Y los recuerdos valiosos serán nuestro alimento; nos llevarán a suponer que los mundos alternos, esos de eterna belleza, son nuestro inevitable porvenir. Nuestras voces, mediadas por el molesto sonido del teclado, tambalean como un péndulo; como si quisiéramos recortar las distancias con un conjuro mágico. Sabemos que falta un largo camino para llegar a comprenderlo.

Seguiremos marchando hacia nuestros sueños.