Mi camino
Los últimos días han sido confusos, y dan fe de ello mis palabras. Sin embargo, me considero afortunado. Por unos días escaparé de lo que soy y de lo que hago. Las palabras, problemas de la lengua, la historia del idioma, problemas del lenguaje, reglas incomprensibles, protocolos innecesarios y pleitesías deslumbrantes, serán simplemente excusas en mi mente. Me voy para dejar de ser... para dejar de pensar y sólo sentir. Sufro por lo que fue, y me angustio y le pido a Dios por lo que será. Pero sigo vivo y tengo la capacidad de admirarme por mi grandeza. Soy mi héroe y siempre lo seré. Los signos se recomponen. Buen viaje.
Ella querrá tomar mi mano y seguir mi camino.