sábado, 3 de marzo de 2007

Eclipse de Luna

Lo oí por primera vez de la noticias, cuando anunciaban que esta noche habría eclipse de Luna. Miles de pensamientos rondaron mi cabeza, gracias al satírico movimiento de la vida. "Eclipse de Luna", pensé. ¿Hace cuánto se había eclipsado la luz nocturna que me daba vida? Años, siglos, milenios. Hace mucho tiempo había perdido la cuenta de mis noches solitarias. Recordé entonces que me hablaban del astro celeste que se vería opacado por la sombra terrestre durante unos minutos. No había poesía; tan sólo un "acontecimiento" como el que malintencionadamente quisieron enseñarme en mis fallidas clases de periodismo. Sentí una curiosa mezcla entre melancolía, tristeza y gracia. No había Luna que pudiera eclipsarse para mí, más que el satélite que incesantemente circunda nuestro contaminado planeta. Ese que podía ver fundirse en un rojo intenso con el violeta oscuro del firmamento. Suspiré y contemplé el vacío. Selene, diosa cruel de la Luna; ¿por qué tenías que convertirte en una maldita roca flotando en el espacio?

Busco la luz que ilumine mis noches.

1 comentario:

Anónimo dijo...

selene nos visito extraña... cuando conoscas el lugar sera un regalo que se no despreciaras, cuando vayas veras de que modo nos ilumino, me delato con explendor pero se negaba a mostrarse, no vi el astro y a ti tampoco por que tu dolor no admite interrupciones.