sábado, 24 de marzo de 2007

Mi camino

Los últimos días han sido confusos, y dan fe de ello mis palabras. Sin embargo, me considero afortunado. Por unos días escaparé de lo que soy y de lo que hago. Las palabras, problemas de la lengua, la historia del idioma, problemas del lenguaje, reglas incomprensibles, protocolos innecesarios y pleitesías deslumbrantes, serán simplemente excusas en mi mente. Me voy para dejar de ser... para dejar de pensar y sólo sentir. Sufro por lo que fue, y me angustio y le pido a Dios por lo que será. Pero sigo vivo y tengo la capacidad de admirarme por mi grandeza. Soy mi héroe y siempre lo seré. Los signos se recomponen. Buen viaje.

Ella querrá tomar mi mano y seguir mi camino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces las palabras nos hacen hondos huecos, sobre todo cuando son las que no queremos decir pero que fluyen y por lo tanto es necesario sacar lo mas pronto para que no se queden allí, empeorando la herida. La comunicación también me ha hecho lo mismo, sin enterarme de mi elección deje de hablar por un timepo para liberarme, por que la persona que queria que me escuchara no lo iba a ser, entonces para que hablaba si era lo único que me importaba, que oyera mi voz. Apesar de que me contenia, de hecho mi garagnta lastimaba involuntariamente y me llenaba todos los días frente al espejo con palabras mentales que no aparecian por fuera de mi por que eran para él y él ya no estaba, empece en el momento menos pensado a reir, y mi sonrisa ya no fue una pintura en mi cara sino el producto de una emoción que no se como llegó por que odie a la dicha por su felicidad, tal vez callarme y consecuentemente... vivir, me ofrecieron en aquel momento lo que yo había perdido creando un castillo de palabras perfectas tan falibles, consecuentes con mi humanidad. Sí es momento de sentir y no escribir para seguir el camino trazado...bienaventurado, todo esta, todo llega, es el momento.