Mientras llueve en algún lugar del mundo
Al leerte, te escucho, como si murmuraras dulces palabras a mí oído. Al escucharte, puedo verte, de frente, a los ojos, como una aparición. Me pregunto día a día, cómo sería tocarte, y verte, y sentirte.
Llueve y sigue lloviendo. Y no puedo ver las gotas que cubren tu cuerpo. Pero sueño y sigo soñando. Y me aferro a mi infantil creencia en el destino. Porque sé que existes, y pronto serás para mí. Tan cerca. Tan cerca.
¿Por qué simplemente no puedes estar aquí conmigo?