viernes, 29 de junio de 2007

Mientras llueve en algún lugar del mundo

Al leerte, te escucho, como si murmuraras dulces palabras a mí oído. Al escucharte, puedo verte, de frente, a los ojos, como una aparición. Me pregunto día a día, cómo sería tocarte, y verte, y sentirte.

Llueve y sigue lloviendo. Y no puedo ver las gotas que cubren tu cuerpo. Pero sueño y sigo soñando. Y me aferro a mi infantil creencia en el destino. Porque sé que existes, y pronto serás para mí. Tan cerca. Tan cerca.

¿Por qué simplemente no puedes estar aquí conmigo?

3 comentarios:

LI-F dijo...

No vamos a extraviar el tiempo… lo vamos a enredar con artificios nacidos de la piel misma… artificios nacidos de las manos entrelazadas, de las pupilas dilatadas, para que vuele el alma....

LI-F dijo...

llueve....

PLUTONIANA dijo...

no, podemos vivir instantes eternos
sobre rocas de fuego y ligeramente percibir como se nos derriten las piernas de hielo...
si, podremos esperar a que llueva hacia arriba mientras vemos emerger de la tierra manos neuróticas sedientas de cielo!!!
-En Manizales, Todo Pasa y Nada Pasa-