martes, 3 de julio de 2007

Náusea (segunda adaptación metabólica)

Ningún músculo responde. Es mi enfermedad la que me mantiene inmóvil, en agonía, con un profundo desgano. Llega la voz salvadora a rescatarme, pero estoy muy débil como para intentar oírla. Soy increíblemente frágil. Sálvame. Sálvame.

Hay cosas que simplemente no tienen explicación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tan solo necesito escuchar cuando te vea:-un abrazo-, eso no cambiara muchas cosas, pero tal vez entiendas que eres tu el que quiere estar solo. Si me lo pides y no te alejas tan rapido, si nos quedamos unos segundos de mas sintiendonos, tal vez veas mas claro que yo sigo en el mismo lugar en el que siempre he añorado no hacerte daño, en el que no hago parte del pasado, del futuro, solo del presente que esta próximo a ti, frente a ti, pero tu edad, tu proceso son cosas que yo no puedo frenar, menos tu indispocisión...esas son cosas que a las que tu puedes dar un giro si quieres. Al menos empieza por ser honesto de frente con las personas que te amamos...ya sea de distintas formas.

Anónimo dijo...

....me preocupa tu enfermedad...depresión silenciosa, pero tengo que aprender a ser egoista por que aqui tienes una voz y no la oyes, antes ha estado y sigues con altivez un camino que compartimos...la amistad que no ves por tu perturbación, si aceptaras eso tal vez sabrias en quien confiar.

LI-F dijo...

Voz con mayùscula...

LI-F dijo...

EL SUEÑO
Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿Por qué si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?

Jorge Luis Borges - El otro, el mismo (1964)