domingo, 4 de febrero de 2007

Séptimo día

También yo odio este domingo híbrido.

No me gustaría llamarlo paranoia. Creo que es verdad; me persigue. Imita mis pasos con una destreza increíble, como para no hacerse notar; pero sé que ahí está. Esta vez no podría estar equivocado. Es el momento idóneo para acelerar la marcha, antes de que pueda llegar a alcanzarme y agredirme por la espalda. Lo último que quisiera sería sentir sus desgarradores dientes penetrar mi cuello, sus filosas extremidades arrancar la carne de mis huesos, sus hirientes palabras aniquilar mi razonamiento. No puedo dejar de huir. No puedo. No. Si lo hago, sé que estaré en el suelo... por mucho tiempo. La veo venir. Esta maldita depresión. Te apuesto a que no me alcanzas.

Todo lo que necesito es un poco de amor.

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