sábado, 29 de septiembre de 2007

Xenofilia

He decidido ponerle un nombre a la noche, para no enfrentar el amargo castigo de un anónimo. Y como su rostro está compuesto por las líneas imaginarias que componen las constelaciones, miraré hacia arriba para desafiar al firmamento y gritaré su nombre imaginario. Acto estúpido para quienes desde afuera perciben el vacío; pero, hace rato dejé de acudir a la lógica para premeditar mis actos. Nadie entendería el origen de mis pensamientos. Por eso, simplemente los guardo.

Hace un tiempo podía separar la ira del dolor.

1 comentario:

LI-F dijo...

Tu silencio es interpretado por mis sentidos…como el grito más fuerte…(noche)

Alguien intenta comprender tus pensamientos abstractos, es una de las maravillas del amor.


Tú nombre en voz baja. (día)