domingo, 22 de abril de 2007

Apología a la reinvención de la inconsistencia

Sería desleal conmigo mismo al no poner estas palabras por escrito. A quienes recuerdan el fatídico desenlace del que tanto alarde hice en una historia del pasado, a la que bauticé con nombre propio [Oda a la muerte de un sueño (Vuela)], debo confesarles que la vida ha dado un giro inesperado. Madurar es aniquilar los sentimientos del niño.

El frío con ira quemó sus alas, y las mías también. Pero no me regocijé en su caída. Fue extraño tenerla en frente y besarla, y no sentir nada... ni amor, ni odio. El amor pasó, y quedó la esperanza... La esperanza también pasó, y quedó la tristeza. Siempre a tiempo para reír juntos, sin importar en dónde estuvieran nuestros corazones. Me senté y lo medité por horas. Ya no sentía, sólo pensaba.

Sin amor no hay poesía.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces y antes de que me decida a no hacer la pregunta ...no estas enamorado, no estas enamorado?, no se si afirmarlo en mi, realmente no debo hacerlo, dices: "queda la esperanza". Te ví y en algún momento me sentí derrumbada por mi inocente elección, por mi elección sin sentido que en ningún momento me pidio permiso, te acercaste, sonreiste, hablamos, por que mirabas?, a donde?, giraste no una, varias veces, tal vez no era a mi a quien mirabas, si no a tus recuerdos, por que te descorazonas de esa forma, tus palabras lo develan, por que no te enamoras...

Anónimo dijo...

La tristeza esta, la esperanza te hace caritas mientras piensas que eres capaz de madurar como una roca, me niego a ese modo de evolución, ya veras que no es así, tal vez el tiempo te de todo, nos de todo. Y hables de amor como antes, ojala pueda decirte frente a frente quien soy David. Pero no soy un angel que se quiera inmolar.

Suriplanta dijo...

A mi anunciante anónima, esto puede serle de interés. La fecha es julio de 2004:


ODA A LA MUERTE DE UN SUEÑO (VUELA)

Vuela, que el miedo acecha,
los días se acaban
y la melancolía te embarca.

Vuela, que nada de mí recibiste.
Sólo un sueño que en vano
postraba la eternidad.
Tuyos fueron los versos
y las notas de canciones
que sólo existieron en mi alma.

Ahora, rompiste el lazo
y me despertaste...
Y todo fue, en realidad, una visión.

Pena por mí, pena por ti.
Pero el día en que el frío
con ira queme tus alas
lo vas a sentir.
Y vas a ver el abismo.
Vas a ahogarte en tu dolor y morirás
en el fuego del remordimiento.

¿Y quién te atrapará en tu caída?
Tal vez lo haga el fantasma de tu vanidad.
Tu belleza, tus cabellos dorados,
o tus ojos de plástico. No sé.
Nada sé.
Y vas, con dolor, a sentir el vacío
que deja el desquicio.
Porque ese día mis manos
pertenecerán a otros mundos,
a otras realidades y a otros sueños.

Vuela, que te espera un mundo hermoso.
Un mundo en donde eres sólo
el dulce objeto del placer,
(una linda caja de cristal que se rompe
y que puede rasgarte las entrañas).
Un mundo en donde nada significas para nadie;
tu mundo.
Vuela lejos, que no hay distancia.
Vuela, que la noche se acerca.
Vuela, y nunca pierdas la fe;
porque se puede vivir sin amor,
pero no sin esperanza...

Anónimo dijo...

Es un bello poema para mi. Esa es una frase consistente, Punto. En cierta medida para la persona a la que se lo dedicaste en su momento, -espero entiendas que quiero decir-, doloroso y eficaz. Aplaudo ese acierto de la inteligencia que nos salva cuando el sentimiento se muestra ventajoso frente a la parte que demuestra vulnerabilidad en nuestra mente y resulta en el corazón. No olvido que así como amamos, odiamos. Si analizas mis palabras sueltas y sin firma, su trasfondo busca la posibilidad de que creas, de que veas que existen quienes aprecian lo que ven dentro de ti, no lo que hay por fuera. Si yo quisiera ahora mismo te buscaria y entonces en ese momento me preferiria a mi y no a ti. Te lo digo por que no buscó ejercer presión ni culpabilidad en tí, ni desatar el cordón que amarre, solo sacar, sacar de mi algo de ese cordon para entenderme y afrontar la realidad, aunque no lo creas a través de la palabra lo hago. Respeto lo que piensas, sin embargo mi fuerza y mi valor como persona no lo conoces y yo en tu lugar no me apresuraria a decir cosas que son producto, entiendo de la predisposición a causa de lo vivido. Estudie palabra por palabra de lo que me contestaste y ví la hermosura de cada una, como una obra de derroches necesarios. En eso si insisto, si sientes que estoy haciendo esto en contravía, meditalo, trata de no juzgarme, por que efectivamente no somos hijos de la misma persona pero tu cuentas con la misma vida impredecible que yo y estamos hechos del mismo material y sí puede ser un cliche decirlo, pero sabes que es una verdad a gritos. Eso es lo que te aporto. Seguire leyendo lo que piensas, seguire siendo la anunciante de cosas que consideras perdidas ahora, quien sabe luego, y que crees deben cambiar por la adultez. Ahora...pienso otra posiblidad, el poema es el complemento de tu último escrito para que yo siga una línea argumentativa de lo que ha sido tu sentimiento amoroso, los niveles del amor que has vivido, y que representan en tu vida cosas que solo tu has sentido, que ya no sientes por aquella persona. La atracción, la conquista, el apego, el deseo, la espera, la pasión, la decepción, la tristeza, la separación, el olvido: amor. Sé que me hacen falta un sinúmero de cosas por nombrar, todas esas que no nombro abarcan el amor, lo sabes. Espero no sigas pensando que soy la que crees por que te aseguro no lo soy. Solo soy una anunciante anónima que escribe lo que piensa, que escribe mas que actuar y que aunque actue sigue viviendo adentro por que aun cree que el amor propio, el amor revelado, y la sinceridad de las palabras solo se elaboran siguiendo una estructura interna, muy personal, silenciosa, en la que uno se encuentra para poder actuar y mostrar de que se esta hecho.