Desmembración virtual
Poco queda de mí, y me sigo desvaneciendo como un puñado de arena. Llegan a mis oídos sonidos del pasado, que evocan una y otra vez el nombre con el que fui bautizado. Ahora, a duras penas reconozco la persona que veo en el espejo. Mis extremidades están repartidas en partes desiguales a lo largo de las fronteras de tu imagen. Fui un día, y nunca volveré a ser. Así me recordarás, como la sombra que se posó sobre tu cuerpo mientras dormías; mientras soñabas con tierras lejanas. Y aunque no esté, no podrás olvidarme, porque mi nombre será el eco de tus lamentos. De verdad lo siento.
Creo, después de todo, que el amor sí era infinito.
2 comentarios:
No desesperes el amor es infinito, una mujer te hace odiarlo, una mujer te hara bendecirlo, oro por que así sea.
... yo también...
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