jueves, 17 de mayo de 2007

Post-dolor

Siento que no siento absolutamente nada. Cuando se va la tristeza y no llega la alegría, queda en el corazón una especie de insípido sabor del que es muy difícil deshacerse. Nada. Absolutamente nada. Nada existe que pueda conmover mi corazón en este momento, para mal o para bien. El amor y el odio son sólo recuerdos de un tiempo arcaico, en el cual estuve sometido. Ahora no hay diferencia entre la vida o la muerte (pasó el dolor).

Las consecuencias las viviré cuando pase el letargo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

plantis... disfruta al máximo este estado, que luego vendrá otro, y otro,... así sucesivamente... como la vida misma.un abrazo

Anónimo dijo...

Cierto. Todos los sentimientos que faltan...muchos de ellos dolorosos, atrocez, mágicos y amorosos no se comparan con la juventud plasmada en nuestro rostro. Eso siginifca tiempo, tiempo para re-crear tu vida, la mia, la de muchos. Aprovecha tu fuerza, tu valor para recogerte en ti, para salvaguardarte y escoger. Eres tu, soy yo. Tenemos el poder de decidir. El mundo seguira girando, la desesperanza seguira apareciendo, eso es inevitable, pero siempre quedas tu y tu fortaleza, no solo la coraza...la fortaleza de corazón. No te desangres en la realidad, desahogate pero no con tu estructura, cuidate, por que esta es la vida, y esa vida que respiras te dio la voluntad para levantarte, para crecer... no sabemos para que. Creo, sí sigues aquí debe haber una razón, que aun no entendemos. Haz lo mejor por tí. Muchas violetas desde esta ciudad gris para un corazón soleado que se opaco por la tristeza y necesita encontrar nuevamente su brillo para vivir en paz con sigo mismo, para no vivir el sin sentido.

Juan dijo...

el clásico estado de shock en el que nada importa y en el que suelen tomarse las peores decisiones... ya pasé por eso una vez.